El humor en la hostelería ha llegado para quedarse. Es un clásico en uno de los países más conocidos por su sol, su luz y sus playas. He aquí una pequeña muestra de grandes innovaciones en las marcas. Pero también en los bares, en los establecimientos de la esquina, del barrio… Hay auténticos cracks del marketing y la publicidad.
Ya se sabe que hay gente que se acuerda de sus padres ya desde el mismo momento en el que empieza a tener uso de razón.
Pero también ha valientes que arriesgaron y vencieron…
Gente, en fin, que buscó una razón social convincente y que, en la mayoría de los casos, ha acertado. Ha triunfado. Ha derribado fronteras. Humor en la hostelería.
¿Cómo se le puede ocurrir a alguien llamar a su Bar Valladolid? Pues así… ocurriéndoselo. Y, además, es un conocido establecimiento en esa ciudad castellano y leonesa.
O cómo a alguien se le ocurrió poner al nombre de un Catering, el de una de las actrices más populares de Hollywood en aquella época. O el Dalai Lomo… No me digáis que no hay ingenio en la calle. Entre los dueños de establecimientos de cara al público.
Hay mucha y, por lo general, muy sana. Aunque seguro que en este apartado también existe algún ofendidito… Qué le vamos a hacer.
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